¿Te encanta el diamond painting pero tu gato o tu perro no para de subirse a tu lienzo? Tranquila/o, ¡es totalmente posible compaginar tu pasión creativa con la vida junto a un amigo peludo! Aquí tienes algunos consejos para evitar desastres (y pelos entre los diamantes).
1. Crear un espacio de trabajo seguro
Coloca tu material sobre una mesa alta o en una habitación a la que tu mascota no tenga acceso. Una bandeja o una base rígida con bordes puede evitar que los diamantes salgan volando con un simple movimiento de pata o cola.
2. Proteger la tela adhesiva
Nunca dejes la tela completamente al descubierto. Trabaja por secciones pequeñas y cubre el resto con la lámina protectora original o papel vegetal. Así evitarás que el pelo, el polvo o las patitas curiosas arruinen el adhesivo.
3. Usar cajas cerradas para los diamantes
Opta por recipientes con tapa hermética para guardar tus diamantes. Así evitarás derrames accidentales si un hocico curioso se acerca demasiado. Extra: podrás guardarlo todo rápidamente si hace falta.
4. Anticiparse a los momentos activos de tu mascota
Intenta hacer diamond painting durante las siestas de tu peludo o cuando esté entretenido con algún juguete. Cuanto menos vea que manipulas cosas brillantes, menos ganas tendrá de acercarse.
5. Controlar los pelos sueltos
A pesar de todas las precauciones, algún que otro pelo puede pegarse a la cola. Ten a mano unas pinzas para retirarlos y pasa un rodillo quitapelusas por tu zona de trabajo antes de cada sesión.
Conclusión: ¡Creatividad y compañía, sí es posible!
Con un poco de organización y algunos trucos, tu mascota y tu pasión por el diamond painting pueden convivir perfectamente. ¿Lo ideal? Prepararle un rincón blandito a tu lado para que te acompañe... ¡sin interrumpir tu obra de arte! 💕